El típico chupóctero-holgazán, fiel a un código ético muy particular. Este humano, una especie de desastroso y barrigón "Han Solo", explorando galaxias cayó en un planeta con tremendo potencial.
Se quedó a vivir allí, claro, imantado por las perspectivas de no dar un palo al agua el
resto de sus días. Una sugerente marciana, Elma, comparte su existencia con este vago redomado.
Su principal atractivo, un morro ilimitado y una
naturalidad pasmosa para vivir de las mujeres.
http://www.elmundo.es/goomer/index.html
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